¿Cuánto sabes de los parásitos en gatos? Aunque no te guste mucho la idea, tu mascota está constantemente expuesta a contagiarse con estos bichos diminutos que no solo pueden vivir sobre su piel, también dentro de su cuerpo.
Algunos padres de mascotas creen que el problema con los parásitos solo afecta a los gatos que tienen contacto con el mundo exterior y esto no es cierto. Los gatos indoor también pueden contraer estos bichos.
Por suerte, hay formas de identificarlos y tratarlos antes de que se conviertan en un problema para tu gatito. Los felinos son uno de los animales más susceptibles de contraer infecciones parasitarias.
Estos pequeños parásitos viven en los folículos del pelo o en los pequeños espacios bajo la piel sin hacerles daño al principio. También pueden estar en su sistema gastrointestinal, pero si no se tratan, estas criaturas pueden suponer un riesgo para la salud de tu amigo felino.
Sigue leyendo para saber más sobre los parásitos comunes de los gatos y cómo puedes protegerlos de ellos.
Los animales que están más expuestos a los parásitos son los gatos muy jóvenes o aquellos que no gozan de un sistema inmunológico fuerte. No queremos decir con esto que el resto de las mascotas no pueda contagiarse con endoparásitos o ectoparásitos.
Desde luego, todos los gatos están expuestos a estos organismos, sin embargo, aquellos que gocen de una mejor salud podrán combatirlos mejor que otros. Vale la pena señalar que sin importar cuán saludable sea tu mascota, siempre es indispensable que lo desparasites periódicamente.
A medio o largo plazo, los parásitos en gatos pueden provocar fuertes síntomas patológicos. No sólo se trata del prurito, las lesiones en la piel o la pérdida de pelo que producen ectoparásitos como pulgas, garrapatas o ácaros. También comprende los trastornos gastrointestinales o las infecciones ocasionadas por los molestos parásitos internos.
Considerando que los parásitos pueden llegar a ser transmisores de patógenos y que algunos de ellos son zoonosis, no solo podrían convertirse en los causantes de enfermedades graves en el gato, también puede haber contagio hacia los humanos.
En muchos casos los riesgos son moderados, pero esto no descarta que la situación en la mascota agrave y pueda acarrear, con el paso del tiempo, una enfermedad crónica o la muerte.
En primer lugar, los parásitos que pueden afectar la salud de tu mascota se dividen en dos grupos claramente diferenciados:
Dentro de ambos grupos, tendremos a su vez, parásitos a los cuales los gatos son más susceptibles. Refiriéndonos específicamente a los endoparásitos, encontraremos frecuentemente la presencia de ascárides, anquilostomas y tenias.
Los ascárides o lombriz redonda suelen ser el parásito intestinal más común en el gato. Cuando los gatitos están en etapa lactante, suelen contraerlo a través de lecha materna. En gatos adultos, identificar este tipo de problemas se vuelve particularmente difícil porque no es perceptible.
Cuando el gato tiene una infección severa de ascárides, notaremos vómitos, diarrea, falta de apetito y pérdida de peso. Desde luego este cuadro también puede conducir a la anemia.
Se caracterizan por ser gusanos muy delgados que se adhieren a las paredes del intestino de tu gato. Aquí se alimentan de su sangre. Deben ser tratados regularmente, pues estos parásitos son longevos y pueden vivir por muchos años.
Cuando los anquilostomas se convierte en un problema serio para tu mascota, esto puede reflejarse a través de una anemia severa. También notarás algunos trastornos gastrointestinales en tu peludo y la presencia de heces negras.
Hablando de endoparásitos, son las tenias el tercer grupo de parásitos en gatos más frecuente de encontrar. Se caracterizan por un cuerpo largo y aplanado, en forma de cinta. Tal y como ocurre con otros organismos de este tipo, habita en los intestinos de tu mascota y se alimenta de los nutrientes que allí encuentra.
Podríamos decir que las tenias son los parásitos que menos repercusiones tienen en la salud de tu gato, pero esto no quiere decir que te descuides, ni mucho menos. La desparasitación regular cada tres meses es crucial para mantener a estos organismos en control.
Hablando ya de ectoparásitos, encontramos entre los más comunes a las temidas pulgas, animales que además proliferan durante el verano. Las pulgas no son solo un problema por el escozor que suelen ocasionar.
Ellas también son responsables de la pérdida del pelo, las lesiones en la piel, irritación y por si fuese poco, son transmisoras de parásitos internos, como las tenias, por ejemplo, que también puede ocasionar molestias o enfermedades en tu gato.
Parecen un problema sencillo o fácil de combatir, pero no subestimes a las pulgas. Pueden causar muchos problemas si la infestación no se controla a tiempo.
También pueden atacar a tus gatos y tal y como ocurre con las pulgas, son insectos que proliferan con intensidad con la llegada de los días más cálidos del año. Las garrapatas, además, son las responsables de transmitir enfermedades como la erliquia o el temido gusano del corazón.
Menos comunes, pero también corresponde al grupo de los parásitos externos en gatos que puede afectar seriamente su pelo y su piel. Al igual que las pulgas, los ácaros son responsables de picazón y lesiones, siendo los responsables de la aparición de la sarna.
La desparasitación de tus gatos es tan importante como cumplir con el refuerzo anual de sus vacunas.
Los especialistas de Gabrica recomendamos estar muy atentos a la aparición de parásitos en gatos, tanto externos como internos, porque algunos de ellos pueden ser capaces no solo de afectar a tu peludo, también llevan consigo enfermedades a los humanos.
La mejor forma de prevenir los problemas asociados a la proliferación de parásitos tanto internos como externos es mediante la desparasitación frecuente desde que el animal es un bebé.
A partir de las seis semanas de vida los gatitos ya pueden ser desparasitados, aunque es prudente que la madre, antes del parto, ya esté libre de parásitos externos e internos para prevenir el contagio a sus crías.
Desparasitar a tu gato es un procedimiento muy sencillo que debes practicar de forma regular. Si la mascota es indoor, recomendamos el uso de desparasitantes internos cada tres meses, con las respectivas indicaciones de tu veterinario.
También sugerimos el uso de pipetas o comprimidos antipulgas y antigarrapatas al menos cada 45 o 60 días, dependiendo de la exposición que tenga la mascota a zonas exteriores como jardines, etc. Tu veterinario podrá indicar detalles acerca de la curva de efectividad de estos productos, dependiendo de las condiciones de vida del gato.
Es evidente que un gato que sale de casa está más expuesto a parásitos externos e internos.
Presta atención a tu peludo y con los consejos de tu veterinario, podrás asegurarte de que la presencia de parásitos no se convierta en un problema que atente contra tu salud o la de la mascota.
Referencias:
Kivet Salud Animal (S/F). ¿Qué parásitos intestinales son más comunes en los gatos? Kivet. Recuperado de: https://www.kivet.com/blog/tipos-parasitos-intestinales-gatos/#:~:text=%C3%81scaris%20o%20lombriz%20redonda,en%20el%20intestino%20del%20gato.
Rocío Sánchez (2021). Cómo saber si tu gato tiene parásitos. Muy interesante. Recuperado de: https://www.muyinteresante.es/mascotas/articulo/como-saber-si-tu-gato-tiene-parasitos-161621887012