Aunque la enfermedad fue descubierta en la década de los 60, aún no sabemos con exactitud cuál es la causa del temido coronavirus. Hay numerosas cepas de este virus y algunas de ellas pueden manifestarse en cerdos, perros o gatos, por lo que a numerosos padres de mascota les preocupa que su regalón pueda estar infectado de Coronavirus felino.
En líneas generales, esta enfermedad puede manifestarse hasta en un 40% de los gatos que viven en casa con sus amos. Los síntomas del virus en su versión entérica son bastante fáciles de afrontar, pero si se produce alguna complicación, debes estar alerta, pues la vida de tu mascota podría estar en peligro.
Te explicaremos con numerosos detalles qué esperar del Coronavirus felino, de qué forma prevenirlo, cómo reconocerlo cuando se manifiesta y cómo actuar para garantizar el bienestar de tu mascota.
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Sí, y es más común de lo que muchos imaginan. En grupos de felinos de más de cinco miembros, las probabilidades de que al menos una de las mascotas esté afectada va desde el 25 al 40%, estando más expuestos los gatos que se exponen al exterior. El Coronavirus felino es especialmente un problema en los albergues y en los criaderos de gatos, donde el riesgo de contagio asciende al 80 ó 100%.
La forma en la que un gato infectado puede pasar el virus a otros es bastante simple, ya que la enfermedad se transmite a través de las heces. Incluso la mascota podría adquirir nuevamente los síntomas al asearse o al compartir el arenero junto a un animalito enfermo.
Por suerte para nosotros, no. Como mencionamos anteriormente, existen cepas de coronavirus en cerdos, perros o gatos, y las que puede llegar a adquirir nuestro felino, no tiene ningún tipo de efecto en nosotros, por lo que no debes preocuparte.
Sin embargo, aunque el coronavirus felino sea inocuo para los padres de mascota, no hay que bajar la guardia tratándose del bienestar de tu felino, ya que si el problema se agrava, las consecuencias podrían ser letales.
La ciencia ha identificado dos tipos de Coronavirus en gatos. El primero de ellos es conocido como el Coronavirus de tipo entérico o FECV, enfermedad que se manifiesta en el tracto digestivo de nuestra mascota; mientras que el segundo evoluciona a la temida Peritonitis Infecciosa Felina (PIF).
Este es, por suerte, el más común. Como decíamos antes, suele afectar a una buena parte de la población felina, incluso a la que vive en casa con sus amos. Los riesgos del Coronavirus de tipo entérico en gatos aumenta cuando tienes más de cuatro mascotas en casa.
Por lo general, aunque el ciclo de la enfermedad es casi permanente, pues su contagio es sumamente sencillo, lo más lejos que podría llegar es a casos de diarrea y a otros trastornos intestinales menores.
Tu mascota puede contagiarse mediante las heces de los gatos con los que convive y con los que comparte el arenero, e incluso al asearse luego de ir al baño. Se recomienda cuidar muy especialmente la higiene de las mascotas y el número de cajas de arena que se usan en casa para evitar inconvenientes.
La ciencia no ha logrado identificar de qué forma un Coronavirus entérico puede transformarse en una Peritonitis infecciosa felina, pero lo que sí podemos asegurarte es que las consecuencias de esta enfermedad, son letales.
Los veterinarios suponen que la manifestación de esta enfermedad en gatitos o animales jóvenes, puede estar asociada con problemas inmunológicos. Una alimentación deficiente, estrés por el cambio de ambiente o incluso complicaciones luego de una cirugía de esterilización, podrían deprimir el sistema inmune, volviendo a tu peludo vulnerable.
Aunque cualquier gato podría verse afectado por ella, suele ser más común en mininos jóvenes y en gatos mayores. Se trata de una complicación del Coronavirus felino que traerá como consecuencia muchos trastornos en la salud de tu mascota.
La ciencia habla del PIF húmedo y del PIF seco. El primero de ellos causa una profunda hinchazón en el pecho y en el abdomen de tu mascota, debido a una acumulación de líquido que incluso dificulta la respiración de tu gatos.
El segundo de ellos, conocido como “seco”, se caracteriza por crecimientos de nódulos en los órganos de tu mascota. Cualquiera de las dos manifestaciones viene acompañada de:
Lamentablemente, esta manifestación del Coronavirus felino es letal una vez que atenta contra la salud de tu gato. El protocolo médico ante un caso de este tipo es tratarla como enfermedad terminal, tratando simplemente de aliviar los síntomas.
Hay algunos casos de éxito en los cuales las mascotas han logrado sobrevivir gracias al suministro de ciertos antivirales, mas no eliminan el virus, pero están expuestos a cualquier recaída.
Hay muchas formas de evitar que esta enfermedad se convierta en una pesadilla para ti y para tu regalón. El veterinario podría hacer un examen de sangre para descartar la posible existencia del Coronavirus felino, con el inconveniente de que estos estudios no descartan que se trate del virus en su estado entérico o de un caso de PIF.
No existe una vacuna para prevenir la Peritonitis infecciosa felina, sin embargo, mantener a tu regalón bien alimentado, sano y libre de enfermedades, será de gran ayuda. Recuerda cerciorarte de que tu gatito recibe su esquema vacunal completo y, una vez alcanzado el primer año de edad, cerciorarte de que tu gato tenga el refuerzo anual.
Otros sencillos hábitos que puedes adoptar para prevenir la proliferación del coronavirus felino en casa, son:
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Referencias bibliográficas:
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